Destacamos los vestigios históricos y ecológicos.
En el pago de las Vegas se han econtrado restos del paleolítico. Y en la zona de las eras del bronce medio.
En la llamada ciudad de la rosa, según se refleja en la carta arqueológica de España para la provincia de Valladolid, editada por la Diputación provincial en 1974, menciona hallazgos protohistóricos de vasijas, armas y sepulturas.
En la zona de la ermita, en dirección al cementerio, hay un yacimiento visigodo y de ésta hacia el camino de San Miguel han aparecido tumbas de la alta edad media.
En la zona de San Crisóbal hay otro yacimiento alto medieval, posiblemente su origen sea de finales del siglo X.
El emplazamiento actual del pueblo, a falta de pruebas documentales, nos aventuramos a pensar sea del último tercio del siglo XI, ya que tras la conquista de Toledo en el 1085 por Alfonso VI se pueblan amplios territorios al sur del río Duero, formándose las comunidades de villa y tierra que en nuestro caso junto con otras 16 aldeas forman parte de la de Portillo.
La primera mención escrita de Camporredondo es del año 1258, en época de Alfonso X de Castilla, en el deslinde de las comunidades de villa y tierra de Cuellar y Portillo.
Este mismo rey regula por edicto en 1273 el pastoreo trashumante, una de cuyas cañadas, la Real Oriental Leonesa junto con la de Valle Sardón y Tudela han visto pasar el ganado, principalmente ovino, hasta principios del siglo XX, estando las cañadas reales de la meseta en el listado indicativo de la UNESCO, como paso previo a Patrimonio de la Humanidad.
Destacamos también nuestro ecosistema forestal y de dunas en la zona sur (Caminos de San Miguel y Santiago) algo atípico en el interior de la península.
Todo ello junto con nuestras fiestas de San Isidro el 15 de mayo, patronales el 15 de agosto y las jornadas culturales de octubre, forman parte de nuestra riqueza histórica, cultural, forestal y ecológica.